EL MOSTAJO (Sorbus Aria) en el Torcal

Quizá uno de esos árboles que pasen desapercibidos ya que su porte apenas llega a alcanzar los 14 metros en el mejor de los casos, cuando se dan como plantas urbanas y en condiciones optimas pueden llegar a este porte, cuando se desarrolla en la montaña la escasez de suelo y las duras condiciones nos hacen confundirlo con un arbusto cualquiera. A esto sumamos la pérdida de hoja en otoño y su desnudez invernal lo que propicia que sea un completo desconocido sobre todo en las sierras donde no abunda como es en este caso el Torcal.

En el Torcal encontramos escasos ejemplares en cotas altas y al amparo de la cara norte, en lugares donde se retiene la humedad y es más fácil captar la criptoprecipitación que nos dejan las nubes en las laderas septentrionales.

Se suele dar en terrenos calizos en alturas que comprenden entre los 500 y los 1700 metros ya que en muchas de ellas encontrará los inviernos fríos que tanto le gustan a este árbol.

Pero si nos causa especial interés es por el vínculo que este árbol ha tenido con las primeras sociedades ganaderas y agricultoras que se establecen en el territorio y es debido a lo anhelado de su madera para hacer mangos y astiles de herramientas, debido a la buena calidad de sus ramas y troncos.

En el Torcal son escasos los ejemplares que encontramos y en esta publicación os hemos querido presentar uno de los que se pueden disfrutar en esta Sierra como una completa rareza.


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